miércoles, octubre 14, 2015

Película de guerra

por Sergio Varela (escritor invitado)


                                                                                                                         “The horror! The horror!”

Joseph Conrad


Se zambulló en el beso con sed.

Cada gota del dulce néctar de la saliva caliente de ella lo revivía. Ella profanó con fetichismo precoz aquella chaqueta azul luftwaffe del uniforme de gala de la Fuerza Aérea Argentina.

La penumbra del cine los cobijaba en aquel cuerpo a cuerpo febril en el que él repetía un ritual de antiguos guerreros, quienes tras las batallas se desprendían de la muerte y recuperaban el alma en brazos de sacerdotisas del erotismo.

Era el 20 de junio de 1982, y él sabía que transcurrían sus últimos minutos de libertad hasta que culminara su servicio militar. Su frase en el discurso del brigadier sobre cómo “le hicimos la guerra al colonialismo inglés y su hermano putativo el imperialismo yanqui” había hecho las delicias de los tercermundistas pilotos peruanos de los MIG 23, pero poca gracia había causado entre los asesores israelíes que verificaban la eficacia de los Dagger, los aviones Mirage mejorados por el largo brazo tecnológico de Sión.

Los disimulados orgasmos en las butacas oficiaban de exorcismo para olvidar aquella otra jornada cinematográfica en el interior de la Base, cuando para “entretener a la tropa” habían proyectado Apocalipsis Now, con Marlon Brando clamando “The horror! The horror!” en el más estremecedor drama bélico de la historia del cine.

Ni al más psicópata personaje de ese film se le hubiera ocurrido una idea así. Como la de semejante guerra.